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Yachting & Océanos

  • Foto del escritorDario D'Atri

Día uno de la Louis Vuitton Cup: crónica de unas regatas que nos hacen soñar en grande

Se acabó el tiempo de soñar en la America´s Cup. ¡Comenzó la mayor y más gloriosa regata de todos los tiempos!



(Foto: Ian Roman / America´s Cup)


Comenzó la gran batalla por alcanzar la gloria de competir en la 37th America´s Cup. En la jornada uno, cuatro regatas match race para inaugurar la Louis Vuitton Cup 2024 de la que surgirá un nuevo challenger, el próximo desafiante de los campeones actual, Emirates Team New Zeland.


En un día de brisas muy suaves frente a las playas de Barcelona, llegó el momento de las primeras regatas de la que será, sin dudas, una 37th America´s Cup inolvidable. Inolvidable porque los monocascos diseñados por los kiwis llegan por primera vez en competencia a Europa, inolvidable porque el nivel de tensión competitiva entre los equipos es equitativo y eso hará que tengamos regatas sin ganadores cantados, e inolvidable porque Barcelona hace que todo brille más.


Regata 1: Orient Express – Allinghi Red Bull


Luego de un inicio demorado por falta de viento (menos de 8 nudos) llegó el momento de competir y los barcos pusieron en juego una excepcional y agresiva largada de la primera regata, con los franceses dejando muy atrás a Alinghi y ganando hasta 250 metros de distancia en la primera leg, antes de la primera boya de barlovento


Las condiciones se pusieron muy complicadas para los barcos debutantes, con velocidades del viento en disminución y los barcos en zona de riesgos de pérdida de capacidad de volar. Los franceses hicieron todo bien, dejando claro que una largada correcta representa casi una regata ganada sino se comenten errores que hagan perder el vuelo de los AC75.


Además, en las legs de ceñida Orient Express mostró una performance claramente superior, estirando de 12 a más de 40 segundos la distancia entre los dos barcos a la hora de virar las boyas de barlovento. La velocidad de los franceses estuvo todo el tiempo uno a dos nudos por encima de la de los suizos, que terminaron la regata más de 300 metros atrás del Orient Express y 24 segundos por delante del  Alinghi.

Gana Francia y deja en off side todas las conjeturas, esas que daban a su equipo las peores chances de la Louis Vuitton.


Regata 2: Luna Rossa – Team New Zealand


Largada más conservadora que en la regata uno, con los dos barcos muy pegados y apenas unos metros de ventaja para los italianos en los primeros 60 segundos de competencia. Luna Rossa eligió el lado izquierdo de la cancha de regatas y los kiwis apretaron fuerte sobre el lado derecho, para comenzar un rápida remontada hacia la boya de barlovento corriendo a no más de 50 metros de distancia entre el primero italiano y el defender, que no tiene presiones en esta Louis Vuitton.


En las tres primeras legs Luna Rossa y Team New Zealand no mostraron el nivel de agresividad que tuvieron en la final de las Regatas Preliminares, hasta que los kiwis decidieron apretar el acelerador y hacer trizas las ilusiones de los fans del Luna Rossa: llegando a la boya de barlovento simplemente tomaron la punta de la regata con displicencia y en un tack de izquierda a derecha de la cancha que dejó a Luna Rossa sin la punta.


Una jugada de Peter Burling, el skipper de Team New Zealand, que demuestra su categoría de genio del yachting.


De allí en más, Team New Zealand hizo lo que sabe: ganar. Los kiwis llegaron a la boya de sotavento de la 4ta etapa navegando por momentos a 40 nudos contra los 30 de los italianos. Nada que hacer para Italia, no más sueños para los fans del Luna Rossa. Cuando corren los kiwis, no importa que no necesiten ganar nada en esta Louis Vuitton Cup, corren para ganar.


Regata 3: Ineos Britannia – American Magic


Desastre en el debut para los norteamericanos, que perdieron vuelo un minuto y medio antes de la largada y ya no pudieron llegar a la línea, sino 700 metros después que el Ineos Britannia y una penalidad por no haber completado el protocolo de prelargada.


Es cierto que el viento había bajado bastante desde el final de la regata previa entre Luna Rossa y Team New Zealand, pero bajó para los dos. American Magic vio cómo el peor escenario (no poder mantener el barco sobre sus foils) se ponía en juego y, desde allí, comenzaron el sueño de una lenta remontada a pesar de haber llegado al final de la primera leg más de un minuto después de los británicos.


El final de la segunda leg mostró al Ineos Britannia a una distancia apabullante de más de 800 metros con el American Magic. De allí en más los norteamericanos lograron ganar unos muchos metros durante la leg 3, para iniciar la etapa 4 corriendo prolijos a 400 metros del Britannia, aunque el tiempo a la boya se mantuvo cercano al minuto, una eternidad que solo podía aspirar a un error gravísimo de los ingleses.


Aunque American Magic logró bajar a menos de 150 metros la distancia con los británicos, el error no llegó y así Ineos Britannia se llevó un punto que vale oro en este día inicial de la Louis Vuitton. Para American Magic queda el largo proceso de analizar cómo pueden errores básicos en el control de vuelo previo a una largada poner en juego, y de forma tan dramática,  todo lo planeado.


Regata 4: Orient Express . Luna Rossa Prada Pirelli


Franceses e italianos no se sacaron ventajas en la línea de partida, pero a Luna Rossa Prada Pirelli le costó menos de 5 minutos sacar más de 260 metros a Orient Express durante la primera leg. La mayor velocidad del bellísimo barco italiano puede haber sido un factor, pero también se vieron viradas más cortas del Luna Rossa y más eficiencia para aumentar la velocidad de aproximación a la primera boya.


Sin margen para perder en esta nueva edición de la Louis Vuitton Cup, Luna Rossa iniciaba así, demoliendo a Orient Express, su deseado camino hacia la repetición de la final de la 36th America´s Cup, la de Auckland 2021.


Si desde el primer zarpazo de los italianos en la cuarta y última regata de la jornada inaugural de la Louis Vuitton todo el juego consistió en hacer las cosas prolijas para no correr riesgos de no puntuar. La realidad de los italianos mostró cómo se cumplía a pie juntillas ese mandato de navegar sin meter la pata. Luna Rossa mantuvo los 500 metros de distancia que sacó a los franceses antes de la tercera etapa y ya no corrió riesgos.


La regularidad en la navegación, después de la eficiencia en las largadas, explica todo el secreto del éxito en estas regatas breves de match race. Italia tuvo regularidad y tuvo esos dos o tres nudos más de velocidad barco que le garantizaron la victoria y lo hacen soñar con una nueva final. La llegada, un minuto y medio antes que Orient Express, también demuestra y da la razón a la enorme expectativa de los fans del equipo italiano, que saben que pueden soñar con algo grande.

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